Y si no desea revivir las cookies a través de un horno que consume mucha energía, siempre puede reciclarlas de diferentes maneras. Mi receta de rescate es particularmente eficiente desde el punto de vista energético: un buen pastel en la nevera, enriquecido con alcohol, es excepcionalmente delicioso y se conserva durante semanas, incluso meses. O use galletas rancias como base de tarta de queso (mezcle 100 g de las galletas trituradas restantes con 70 g de mantequilla derretida y presione en una caja de tarta), como un desmoronamiento (triture las galletas, mezcle con nueces picadas y espolvoree en fruta cocida), o simplemente tritúrelos en hielo.
Para extender la vida útil de sus cookies, manténgalas siempre en un recipiente hermético o congélelas si necesita mantenerlas frescas por más de unos pocos días.
Pastel en la nevera
El secreto para hacer un buen pastel en la nevera es ser creativo experimentando con diferentes ingredientes. He superado estos pasteles con todo tipo de cosas en el pasado: granos de pimienta rosa, flores secas, crutones dulces, etc., así que vuélvete tan salvaje como te atrevas. Prueba cualquier cosa que se te ocurra. El arroz inflado y otros cereales como el mijo inflado o las palomitas de maíz funcionan particularmente bien y se ven muy bien también cuando se toman en la sección transversal de un plato de pastel.
100 g de chocolate negro
100 g de mantequilla salada
4 cucharadas de miel o jarabe de arce
1 cucharada de whisky u otras bebidas espirituosas
260g galletas rancias, granos inflados, frutos secos, nueces, semillas, etc.
Picar el chocolate en trozos pequeños y poner en un bol con la mantequilla, miel o jarabe de arce y whisky.
Coloque el tazón en una sartén con agua hirviendo, apague el fuego y deje reposar por un minuto, luego revuelva suavemente hasta que todo se derrita.
Mezcle su elección de galletas rancias rotas, frutas secas, nueces enteras, etc., y experimente agregando otros cereales, hojaldres o dulces.
Verter en una caja de pan engrasada y refrigerar para durar al menos cuatro horas. Desmoldar, cortar en losas y volver.